CH Compostela, o el trabajo dirigido a los más 'peques'

Con tan solo dos años de vida el Club Hockey Compostela ya puede presumir de ser un club con las ideas muy claras y con unos objetivos bien marcados. Por lo de pronto, su presidenta, Pilar Losada, admite que "hemos sobrepasado la meta marcada en su dia", Pili va más allá y explica las razones. "Hemos acabado esta temporada con más de 250 niños practicando hockey. Además, en júnior metimos al equipo en el sector que se disputó en Santiago y era una cosa impensable a comienzo de temporada".

Todos estos logros es a base de trabajo, "de mucho esfuerzo, diría yo, y se consigue gracias a mucha gente que te ayuda y se involucra de forma total en la labor", señala una presidente que tiene un recuerdo para "esos entrenadores que hacen que la cosa vaya para delante".

El gran eslogan del Compostela tiene una lectura muy fácil. Y es que, como refrenda la Pilar "para nosotros lo más importante son las categorías base y el femenino". De esa forma hay que entender el discurrir del club. "No nos importan los resultados y lo que verdaderamente nos preocupa es que los chicos empiecen a saber lo que es el hockey en sí y después la llegará el momento de que se vayan involucrando en lo meramente competitivo", puntualiza la presidenta del Compostela.

Buena prueba de lo que afirma Pilar Losada es el hecho de introducir el hockey en Oroso y en un barrio como es el de Conxo. "La respuesta nos sorprendió hasta a nosotros mismos. Funcionó desde el primer día y ahora ya hay gente que ya está jugando en nuestros equipos".

De cualquier modo, la prolongación hacia Oroso y Eduardo Pondal también trae consigo que "podamos contar con más horas de pista y eso va en beneficio de los chicos. De cualquier manera Santiago sigue teniendo déficit para cubrir las necesidades del hockey. Son muy pocas horas", apostilla Pili.

La posibilidad de poder contar con otro pabellón adecuado para esta modalidad deportiva implicaría el "poder tener más niños. Ahora es imposible acoger a más porque no hay horas. Si hubiese otra pista podríamos tener 500 niños cada club y eso sería lo mejor y lo más bonito para este deporte". Las necesidades apremian, pero una directiva como la del Compostela formada por seis personas no quieren detener el crecimiento de un club que pide cada día más.

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